Recordándote









Sobre esta quieta luz del mediodía,
Junto a las olas de imposible llanto,
Recuerdo que te amé, que te amo tanto
Y pienso que tal vez aún eres mía.

Quedó atrás la ilusión. Nuestra porfía
Contra el destino se volvió quebranto
Y tenaz, solo, como el mar, levanto
La certeza en regresos todavía.

Pero no en vano se ama así, mi cielo,
Una herida de amor, en su desvelo,
Se vuelve un rojo altar donde adorarte.

Arde en soles la noche del que espera;
Sobre la desazón una quimera
Y un «¡Volveré!» en los ojos del que parte.


Gerardo Molina

Sigue leyendo más poemas de Gerardo Molina


Entradas más populares de este blog

Escondido y lejos - Mario Benedetti

Escondido y lejos - Mario Benedetti

Cotidiana I - Mario Benedetti

El barrio - Mario Benedetti

De carne y hueso - Edgar Oceransky

Las mejores frases de trova

Penúltimo tren - Joaquín Sabina