Almas robadas
Llegan los días, más aciagos de nuestras vidas
llegan por Pedro, por Juan y María
llegan por gusto, llevan porfía
llegan de pronto
se van con prisa.
Llegan las decisiones aún más difíciles todavía
se llevan a Pedro y dejan a Juan sin María
les dan un susto, ¡oh alma mía!
liberan enojo
aves de rapiña.
Si alzara mi voz en este momento denunciaría
fueron de noche por Pedro, Juan y María
llevan sus almas de gran valía
cavan un foso
adiós alegría.
Hambrientos de odio, declaran su fechoría
ante Pedro y Juan, abusaron de María
ajenos al dolor, proseguían
hieren sus ojos
con algarabía.
Ausencias que duelen, más duelen si olvidan
lo que sucedió con Pedro, Juan y María
quienes por amor lograrían
tras largo sueño
vencer la ignominia.
Alexander Galván López