Un corazón sin heridas
No fui lo que esperabas,
un brillo en la oscuridad,
un antídoto para curar,
paz en tiempo de guerra.
¿Qué me faltó?
Casi nada…
un corazón sin heridas,
una vida sin tropiezos,
un alma completa.
Reconozco tantas cosas que me faltaron,
cuidarte como joya valiosa,
hacerte soñar aún en la tristeza
con la fuerza de un guerrero.
¿Qué te faltó?
Que no te fijaras en mí.
G.H.