¿Qué me queda?
mañanas que amenazan aventuras sin fin.
Los sonidos;
naturaleza que regala extraños ecos
que fortifican el corazón.
Los olores;
tierra mojada y flores
que embellecen los caminos.
El tacto;
tocar las manos y rostros de los seres
que son parte importante de la vida.
La vista;
milagro del amanecer, caras sonrientes
juegos y esperanza de un nuevo día.
El gusto;
tomar café,
saborear los frutos de los árboles
que nos otorgan humildemente.
¡Me queda mucho!
El sentido de existir,
de amar,
el júbilo de estar vivo.
G.H