Tu lado de la cama - Katia Márquez
estoy haciendo gárgaras con mi tristeza,
mi almohada está durmiendo soledades
porque las sábanas destaparon la ausencia.
Mi reposo se ha cansado,
y se levanta buscando tus abrazos
y no sé si estoy dormida o aún despierta,
solo sé que te espero y mientras tanto,
miro por la ventana pretendiendo ser más rápida que el tiempo,
y sigo en esta oscuridad que es una bofetada sin lirismo.
Mis ojos más que abiertos hacen del techo su guarida,
y van contando despacio estrellas que no existen,
ovejitas que vuelan.
Y me pregunto a quien se le ocurrió el absurdo de contar
mientras se espera,
si el reloj se detiene en el conteo,
sin dejarte una secuencia lógica que diga,
después del 20 llegarás,
o después del 50, o del 90,
nada, las horas no te dicen nada,
las horas no te aguardan,
solo esperamos mi impaciencia y yo,
pero no llegas.
Por suerte, en un indicio de cordura
me doy cuenta de que el sol ya salió,
que falta menos,
y que en algún momento,
los peces de mi río nadarán en tus aguas,
y no estará vacío tu lado de la cama.