Tu casualidad


Mírame, por favor, estoy acá
con mi mano extendida
con mi abrazo cálido
con una sonrisa que borre tu llanto.

No me dejes sola
la vida no es fácil
pero con tus besos
y con mi alma frágil
podemos hacerlo,
vencer esos males
todas las tristezas
esas que no dejan
amar sin medida
esas que destrozan
nuestra alma herida.

Mírame, soy yo
tu  casualidad
Esa que un día, 
sin razón alguna
entró a tu vida
para disfrutarte 
y que ya no puede 
hoy dejar de amarte.

Mírame, no me ignores más
Tal vez algún día comprendas
que al amor sincero
dejaste escapar.
Sandra San Roman

Entradas más populares de este blog

Irse - Mario Benedetti

Cotidiana I - Mario Benedetti

Próximo prójimo - Mario Benedetti

Pandora - Luis Ramiro

A la izquierda del roble - Mario Benedetti

Los inmortales - Mario Benedetti

Cotidiana I - Mario Benedetti