Recuerdos de luna
Decías humedad...Y en mis dedos despertaba algo como de miel y savia.
Mirabas la luna...Y mi piel de desvelo reposaba pálida en lo oscuro.
Cantabas amor...Y encendías panales y rocas derretidas.
Recordabas el mar como las mareas entre mis playas abiertas.
Cerrabas los ojos…Y yo devoraba ciega el recinto de tus torres.
Tocabas mi mano…Y mis poemas parían peces agónicos.
Caminabas en los parques mientras yo sembraba bosques inquietantes.
Llamabas mis noches
Llenabas los lagos con agua imperecedera.
Despertabas las raíces, las hogueras y la sangre, los tristes écos de tu nombre.
Despertabas
Despedazabas la triste calma
El vals de mis caderas
El pasadizo azul
El hambre
El gemido de hembra
El crepúsculo de mi tinta
El mutismo de mis dedos afilados
La sombra traída por la lumbre y la fuente
Despertabas el sueño imposible, las gaviotas y mi nombre.
Colmabas el frío, las estaciones, la madeja de los besos…
La presencia del pensamiento inmediato
La retina en la oscura tregua de los cuerpos.
Bebías del balde de mis temblores.
Tocabas la espalda incandescente de mi madera de dientes tenaces
Estremecías los sollozos de tu ausencia en el péndulo de mis mareas.
Temblabas invencible en la existencia del alma rendida.