Ahora no me acuerdo ya de ti
Ahora solo quedan besos al viento,
abrazos a la virgen de los excesos
que nos salvan y libran del pecado.
Ahora quedan versos en silencio,
tratados de impaciencia ya sin pies;
besos con sal que no se dieron;
la tarea ardua de segar la mies.
Ahora que no nos olvidan los muertos,
que brindan en las casas de alquiler;
se arrebatan de las mangas tantos ases
que alguna vez nos dieron de comer.
Ahora los mausoleos se pintan grises
desde que se han cerrado para mí;
ahora te recuerdo en cicatrices;
ahora no me acuerdo ya de ti.